- historia del casino
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Permítase, antes de exponer sumariamente la extensa memoria de esta Sociedad, una definición de “Casino”, para la cual recogemos, nada más y nada menos, que la presentada hace más de doscientos años. En la Colección de máximas, preceptos y consejos para los señores intendentes, corregidores, y alcaldes, Valentín de Foronda, en 1801, pp 69-70 (Madrid, imprenta de D. Benito Cano) dice: Será muy útil el establecimiento [en las poblaciones] de los Casinos de Italia. Se da este nombre a unas casas a las que acuden por subscripción los caballeros y las señoras del pueblo. En ellas hay papeles públicos, mesas de trucos, de naipes, de chaquet, de ajedrez; y se tienen orquestas y bailes en ciertos días. En una palabra, es una tertulia crecida y brillante, sin las incomodidades de las tertulias particulares a que es menester acudir en ciertas horas, detenerse cierto tiempo, acariciar al ama de casa y ser muy comedido en pedir un vaso de agua, de limón, una jícara de chocolate o de café, mientras que en el Casino se entra y se sale cuando se quiere y se toma lo que a uno le acomoda, pagando.
Ciertamente quitando los ya olvidados juegos de trucos y de chaquet, sustituidos por otros pasatiempos más del momento actual, sea por ejemplo la TV, en lo demás la precedente definición sigue siendo válida. Porque -preciso es señalarlo-, El Casino de Salamanca no es un establecimiento de juegos de envite y de azar, de timbas y ruletas, de máquinas recreativas y de otras cosas al uso que muestran los casinos de Las Vegas, Montecarlo, Estoril y otras ciudades. El Casino de Salamanca puede decirse que es una “Casino Cultural”.
Esa antigua definición arriba copiada nos proporciona el siguiente esquema de análisis: Fundación (hecho de establecerse), casa a la que se acude ( sede social); caballeros y señoras por subscripción (socios); entretenimiento, y consumiciones pagadas por cada uno que las requiera (salas de juego, de lectura, de TV, salón de actos y cafetería). Este esquema, desde luego, no quedaría completo sin añadir dos puntos más; la organización y la evolución que el Casino ha experimentado, o si se prefiere el de una mirada retrospectiva, que es precisamente de lo que tratamos en este capítulo.
- fundación
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La fundación del Casino de Salamanca no puede separarse de las ideas de la época: primera mitad del siglo XIX, cuando Salamanca podía presentarse culturalmente con Universidad y una Sociedad Económica, entre otras instituciones. Por eso se formó prontamente un Círculo, de carácter cultural lógicamente, que fracasó. Pero había ya en la ciudad hombres de gran valía intelectual, y por su voluntad se constituyó en 1858 la Sociedad de Recreo, que tuvo algunas dificultades económicas. En 1864 se creó otra asociación, el Casino. Ambas se fusionaron ese mismo año y así nació el Casino de Salamanca.
- sede
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Generalmente la historia de un Casino se hace prácticamente inseparable de la sede, domicilio social, o casa a la que se acude, sobre todo cuando ha sido durante mucho tiempo la misma. En otro apartado damos referencia de las sedes que ha tenido el Casino de Salamanca. Baste recordar que tuvo sucesivamente sede en la calle del Prior, en la Plaza Mayor, en la calle Zamora donde estuvo el famoso Café Suizo, y, finalmente también en la calle Zamora, en el Palacio de Figueroa, en el que continúa actualmente.
- organización
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El Casino de Salamanca es una asociación de personas que voluntariamente se inscriben en la misma, con la obligación de satisfacer una cuota mensual, y respetar sus Estatutos y su Reglamento de Régimen Interno, y a cambio pueden acudir a su sede diariamente y disfrutar en ella de esparcimiento. Una Junta Directiva, compuesta de diez miembros, vela por el cumplimiento de cuantas normas quedan especificadas en Estatutos y en el Reglamento. En esto prácticamente no ha cambiado nada desde su fundación. Naturalmente las aludidas normas se han ido adaptando a los tiempos. Los actuales Estatutos y Reglamento, conformes a la ley vigente, entraron en vigor en 2004. Recientemente también ha cambiado la clasificación de los socios, como puede comprobarse al ver las correspondientes cuotas mensuales que paga cada categoría.
- retrospectiva
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La Sociedad de Recreo nació en 1858, y pasó por momentos difíciles, pero con la creación del Casino, en 1864, otra sociedad que compartía con la primera algunos de sus socios, se daba un paso definitivo para evitar el fracaso. Ambas sociedades se fusionaron en diciembre de aquel mismo año. Había sido el alma de todo ello el marqués del Vado del Maestre, D. Fernando Fernández de Córdova. Enseguida la sede social del Casino de Salamanca se establece en el piso alto de elegantísimo y moderno Café Suizo, en donde estuvo hasta 1880. El crecimiento del número de socios, fue constante. Desde entonces se hizo normal que profesores y funcionarios de la ciudad, grandes comerciantes y acreditados ganaderos fueran socios de número. La inauguración del monumento a Fray Luis de León marcó desde luego un fecha en que el Casino, junto a la Universidad fueron grandes protagonistas. El recibimiento y atención a Alfonso XII, la creación de su biblioteca, y la atención a los problemas circunstanciales de España fueron algunas de sus mejores obras.
El establecimiento en el edificio Palacio de Figueroa, en 1880, mediante un contrato de arrendamiento con don Leopoldo Maldonado, con de de Aldana, marca otra época a caballo entre dos siglos. Aunque la Sociedad pasa por cierta crisis en los años finales del siglo XIX, lo que sucedía en España se reflejaba en la vida del Casino. Por entonces el Casino salió a la calle para pedir la permanencia en España de las islas Carolinas. Años más tarde ayuda en lo que puede a los repatriados de Cuba y sigue su colaboración en la gestión para que a Salamanca se dotase de Facultades libres de Ciencias y Medicina. Desde 1901 a 1918 es una etapa de auge y de recuperación lenta pero importante, época en que el Casino de Salamanca va mejorando económicamente, si bien en buena medida los ingresos provienen del juego, por entonces, aunque prohibido, tácitamente tolerado.
Desde 1919 a 1931 es una época de doble signo. Por una lado se ha comprado el edificio y se está amortizando, por otro surgen varios problemas. La compra del palacio de Figueroa, a la familia Hurtado de Mendoza – herederos del conde de Aldana, se realizó el 14 de junio de 1919, por la Junta Directiva presidida por D. Juan Estella Sánchez, y acuerdo mayoritario de la asamblea general de Socios. Aquel año la Directiva fue felicitada por su gestión y reelegida, y, además se emprende la realización de una importantísima reforma estructural del palacio de Figueroa, reforma que substancialmente es obra del arquitecto Santiago Madrigal. Por otra parte en los siguientes años de la década de los veinte son notorias las continuas renuncias de las Juntas directivas, y tuvo lugar un incidente protagonizado por don Diego Martín Veloz (que resultó herido) y otros socios, en 1924, motivado por las ideas contrapuestas de terminar con el ‘juego prohibido’, que no estaba permitido, pero que se obviaba su denuncia. A ambas cosas, -alteración momentánea de la paz entre socios, renuncia de las Directivas- se une el endeudamiento creciente por las obras, todo lo cual aparece como algo negativo precisamente en los llamados Felices Años Veinte. Durante la Segunda República, además de realizarse el final de las primeras obras y alguna más que se ha añadido, se organizan cenas de sociedad y animados bailes, y el Casino toma vitalidad. Durante la guerra civil el Casino no se cerró, pero tuvo poca actividad social. Fue requisado para pasar a ser sede de la Delegación italiana, y luego Hogar del Herido, en que para paliar los sufrimientos de los heridos y mutilados se organizaron algunas veladas y meriendas, en las que colaboraba la ciudad y las instituciones salmantinas.
De 1940 hasta 1958, va una época señalada por las exposiciones de pintura y escultura , promovidas y en parte premiadas por el entonces presidente del Casino, el arquitecto D. Francisco Gil González. En 1948 – 49 tuvo lugar la ampliación del edificio añadiéndole una segunda planta, obra debida al arquitecto D. Fernando Población. Fue inaugurada en septiembre de 1949. Es por supuesto, reseñable, como principal momento histórico, la celebración en 1958 del centenario del Casino, bajo la presidencia de D. Manuel Madruga Tato. La efemérides fue recordada con conferencias y muchos y variados actos culturales. Por entonces también son destacables las atenciones benéficas (sobre todo, una tómbola, varios años). En el periodo de 1959 a 1975 desfilan artistas populares y de masas, entre otros: Mari Trini, Julio Iglesias, Massiel, Peret, Los Pequeniques. El Casino cedía gustosamente sus instalaciones al Ayuntamiento para diversos actos como las campañas de la Operación Vivienda (1961- 1964), en la de Navidad (1961 a 1975) y para el hecho más festivo: el nombramiento de la reina y damas de las ferias de Salamanca. Merece ser destacada la repetida y larga presidencia de D. Miguel de Lis Tordesillas. A partir de 1979 comenzó a funcionar durante algún tiempo un Aula de Cultura. En el último cuarto del siglo XX hay que señalar la implantación del juego del bingo, de 1977 – 1993, y su posterior cierre, debido a que no generaba más que pérdidas.
Durante los últimos quince años el Casino de Salamanca ha sobresalido en gran manera. La reseña de actividades, muy significativas socialmente, sería muy larga. Resumiendo lo más posible baste señalar la estabilidad y reelección de las Directivas, la mejora y puesta al día de la Cafetería, la celebración de Día de Socio, tras los campeonatos sociales anuales, la creación y mantenimiento de la Orquesta de Cámara del Casino de Salamanca, la convocatoria de premios periodísticos y de pintura, la celebración de conferencias y coloquios, la cesión de sus salas para exposiciones, rastrillos y otros actos varios. Es preciso recoger la celebración, en 1998, del 140 Aniversario, realzada con exposiciones de pintura, escultura, y de libros. La orquesta de Cámara del Casino fue creada en 1997, y desde entonces ofrece varios conciertos cada año. Igualmente fueron interesantes los actos que por su cuenta hizo el Casino con ocasión del año dedicado a ‘Salamanca Ciudad Europea de la Cultura’, el 2002. En ambas ocasiones el Casino de Salamanca alcanzó gran relevancia y brillantez con una Junta Directiva presidida por D. Francisco Zataraín Muñoz.
Finalmente, esta breve retrospectiva ha de recoger los actos culturales recientes, entre todos ellos, la celebración, en 2008, del 150 Aniversario. Las actividades de calidad se prodigaron a lo largo de todo ese año quedarán profundamente marcados en los anales de la entidad. Fueron sin duda alguna un gran éxito de la actual Directiva, y de todo los socios en general. Se ha tenido el buen acuerdo de dejar constancia de ello en una singular revista.
Esta mirada hacia el pasado del Casino de Salamanca no quedaría completa si a lo expuesto no unimos lo que podemos llamar peculiaridades de esta sociedad:
Característica permanente del Casino de Salamanca ha sido su designación como EL CASINO DE LOS SEÑORES, y, como subtítulo unas veces, o como sinónimo, en otras ocasiones, ha sido una constante llamarlo ‘centro aristocrático’, lugar selecto y sitio en que se reunía la flor y nata de la sociedad salmantina. Y efectivamente así fue durante mucho tiempo. Ciertamente los nobles no eran muchos, aunque se citan el marqués del Vado, el marqués de Albaida. El marqués de Torneros, el marqués del Llen, el vizconde de Revilla, el conde de Francos, etc., pero estos fueron una minoría respecto del número de socios. Desde luego más presencia que los nobles tuvieron sus apoderados, los letrados famosos de cada momento, los doctores, los profesores de la Universidad, los estudiantes, militares, notarios, comerciantes acomodados, etc.
El Casino de Salamanca fue para tantas personas de la alta sociedad como se decía el punto común, LUGAR DE ENCUENTROS, el ámbito acogedor. Aquí se ve a los personajes más humanos. Se les advierte libres de la obligación de sus cargos, de la seriedad de su oficio, de la responsabilidad de su trabajo.
Otra característica, derivada de la anterior, es el CORRECTO COMPORTAMIENTO de los socios. Decimos en español que cada uno se ha portado como un señor, o que debe comportarse como un correcto caballero. En esta sociedad, desde luego había y hay unas normas muy estrictas para que todo socio proceda con caballerosidad, con gentileza, con urbanidad, en una palabra con educación esmerada. El propio ámbito, majestuoso y palaciego, pero sin exquisiteces ni lujos excesivos, quizás influya en el saber estar de sus socios.
Decir El Casino en Salamanca es evocar sus CÉLEBRES TERTULIAS, variadas y abiertas, pero constituidas por significativas peñas o corros de ganaderos, médicos, profesores, juristas, comerciantes, etc. Así pues el Casino ha sido campo de liza en el que se han tratado todo tipo de problemas urbanos, sociales, filosóficos y cotidianos. La tertulia más famosa, la tertulia por excelencia fue la de D. Miguel de Unamuno, cuyo amplio círculo se formaba por Villalobos, Madrigal, Prieto Carrasco, Cividanes, y otros.
- socios eminentes
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Han sido muchísimos y de gran prestigio. Pueden señalarse en el campo de la política diputados a Cortes y senadores, como Julián Sánchez Ruano, Fermín Hernández Iglesias, Santiago Diego Madrazo, Álvaro Gil, Agustín Bullón, Filiberto Villalobos. Presidentes de la Diputación tales como Juan Estella, Andrés García Tejado, Andrés Pérez Cardenal, Antonio Estella, J. Ortiz de Urbina. Varios presidentes del Casino ostentaron el cargo de alcalde de Salamanca: Indalecio Cuesta, Federico Anaya, Casto Prieto, Miguel Íscar, Francisco Bravo y Carlos Gutiérrez de Ceballos.
El Casino de Salamanca ha sido con cierta frecuencia como la segunda cátedra para el profesorado de nuestra Universidad y la prolongación de sus Facultades. Además de las señeras tertulias de intelectuales, por aquí pasaron ilustres rectores de la Universidad: Enrique Esperabé, Miguel de Unamuno, Luis Maldonado; y profesores como Dorado Montero, Enrique Gil Robles, Esteban Madruga, César Real, Camón Aznar, Laínez Alcalá, Domínguez Berrueta. Entre los conferenciantes cabe citar a Gerardo Diego, Joaquín Ruiz Giménez, y Carmen Martín Gayte.
Los más prestigiosos juristas de la ciudad y los más eminentes médicos han sido socios de Casino. La lista de los más destacados es amplísima. Solamente a modo de ejemplo citaremos unos pocos de cada una de las respectivas profesiones: Gaspar Alba, Zugarrondo, Pérez Oliva, Eudoxio de Castro y Cimas Leal, abogados; López Alonso, Isidro Segovia, Arturo García, A. Cañizo y Francisco Díez, médicos. Tampoco escasearon preclaras figuras de otras profesiones: ingenieros: Pastors, y Capdevila; arquitectos: José Secall, Santiago Madrigal; Jenaro de No, Fernando Población.
Por sus salones han pasado músicos extraordinarios: Hilario Goyenechea, García Bernalt y Gombau. Son incontables las actuaciones de coros (Coral Salmantina, Coro Luis de Victoria, Coro Universitario, Voces Blancas) y los conciertos musicales ofrecidos, y en diversos periodos con frecuencia semanal. La Tuna Escolar o estudiantina de Salamanca fue siempre recibida con placer.
El Comercio y la Industria, y los Bancos también tuvieron y tienen sitio destacado en el Casino: La Casa Huebra, Joaquín Coll, los Mirat, Cayetano Fabrés, Vicente Maculet, Anselmo Pérez Moneo, Miguel Lis, Saturnino Charro, el Banco del Oste, …, además de tener unión con el Casino por sus negocios dieron al mismo socios de importancia, quizás los más significados representantes de la burguesía salmantina, que se codearon con los intelectuales, los ganaderos y los restantes asociados.
Muchos salmantinos asocian la vida del Casino a la presencia en él de los ganaderos de más solera como los Tabernero, Angoso, Lamanié de Clairac o Lisardo Sánchez. Por tanto fue algo casi acostumbrado el desarrollo de Conversaciones y Semanas taurinas. Nada extraña, pues que por esta especie de aula de tauromaquia haya desfilado Victorino Martín, Matías Prat, Campos de España, el Niño de la Capea, el Viti y otros toreros de fama.
Una vez que se ha indicado que han sido muchos los socios ilustres del Casino, seguramente, todo lector de estas páginas se estará preguntando cuándo fue el momento en que más socios llegó a tener el Casino, y cuántos socios tiene actualmente. La contestación es fácil. En la primera mitad del siglo XX se puede calcular una media de anual de quinientos socios de número, llegando al máximo hacia 1975 con más de mil seiscientos socios. Actualmente, también como término medio, puede darse la cifra de quinientos cada año.
- lugar codiciadero de la ciudad
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Hubo quien dijo, ya hace muchos años, que el Casino era el ombligo del mundo” por referencia a sus tertulias. Actualmente pude decirse que no es el ombligo del mundo, pero si es en buena medida lugar ‘codiciadero’ de la ciudad. Porque, estando céntrico, muestra el gusto estético de los antepasados que supieron tomar para sede un palacio, y deja ver el gusto estético de personas más cercanas que han sabido decorarlo con pinturas, tapices y esculturas de belleza y de interés artístico. La atención esmerada y el marco amplio de su patio neorrenacentista lo convierten en sitio ideal para celebraciones sociales de los socios y de sus familiares, y actos oficiales y públicos.
Son notorias sus fiestas de Ferias de Salamanca, Carnavales y San Juan de Sahagún Más recientemente se ha consolidado la Fiesta del día del socio. De esta suerte, también en el Casino pudiera ponerse la clásica frase que en latín dice Aflictis lentae, céleres gaudentibus horae = Para los apenados pasan las horas lentamente, pero muy rápidas para los que se entretienen entrando en esta casa.
Éstas han sido las notas de identidad del Casino de Salamanca en sus 151 años de vida social. El Casino tiene como pasado su edificio, sus socios (gente que acude a la casa), lo que en ella se hace y se disfruta (tertulias, comidas, bailes, conciertos, conferencias), su organización, y la consideración social, debida precisamente a su idiosincrasia, según se ha recogido aquí muy someramente.
Y, estando orgulloso de su historia, El Casino de Salamanca procura seguir en la misma trayectoria, con las lógicas acomodaciones a nuestro tiempo, como se muestra en esta página WEB que estás leyendo. No obstante, lector, si deseas una información más detallada sobre esta Sociedad, te remito al libro El Casino de Salamanca (Palacio de Figueroa): Historia y Patrimonio. Salamanca 2004, obra coordinada por Ramón Martín Rodrigo, y debida a él y otros tres profesores, cuya adquisición puedes hacer dirigiendo a la secretaría del propio Casino y en las librerías de la ciudad.